- - El Blog de Ducados: enero 2006

martes, enero 31, 2006

Ciudad del Mar (versión Soneto)

Ciudad de la nostalgia y de gaviotas
encintas del petróleo y el orujo.
Las sirenas calladas con su embrujo
alejan a Gerión de sus derrotas.

La luz del mediodía nos embotas
la figura del mar en suave flujo
y su sombra desnuda nos indujo
a buscar la risueña entre sus gotas.

Se adormecen cansinos los veleros
bajo brazos de luna vengativa
que susurra a tritones pendencieros.

Rielada del océano furtiva
señala los figones marineros
donde el olvido duda y nos esquiva.

Pd: Ciudad del Mar, tanto la primera versión como esta, está inspirada en la ciudad de La Coruña.

sábado, enero 28, 2006

Ganas de...

Hay textos que duelen al escribirlos. Revelan la peor parte de uno mismo y mirarles a los ojos queman la vista. Supongo que los que vivís en España sabéis de sobra el lío montado por el Estatut. Hace unas semanas un teniente general en Sevilla realizaba unas declaraciones incendiarias sobre el asunto. Debido a esto a mi padre le planteé la posibilidad de que se produciese un golpe de estado, un asalto a la Generalitat y unas cuantas hipérboles más. Como no era la primera vez que se comentaba el tema en la mesa, me contestó: Tú, en realidad, lo que tienes ganas es de que pase algo, ¿verdad?. En ese momento me di cuenta que esa aseveración no me la hacía mi padre sino Satanás, mi Satanás más íntimo.
Recuerdo el día del atentado de las torres gemelas en Nueva York. El día siguiente comenzaría mis estudios de Ingenieria Técnica Agrícola en el recinto de la Escola Industrial en la calle Urgell. Recuerdo la excitación que me produció el ver las torres gemelas derrumbandose, el coloso en llamas. La excitación iba mezclada por una extraña sensación de placer. En seguida me dí cuenta de la destrucción y el sufrimiento de millares de personas y sentí asco de mí mismo pero, horrorosamente, el pasado no se puede cambiar (quizás si elegir, ya hablaremos de esto en otro post).
Lo peor -aunque personalmente lo viera como algo falsamente consolador- es que yo no fuí el único, un amigo mío que había entrado conmigo en esa carrera me dijo con mal disimulada pasión: Ducados, hemos vivido un acontecimiento histórico. Quizás por aquí vinieran los tiros.
Yo no era antinorteamericano, la aparición de esos afectos no se puede derivar -al menos eso creo- de ningún juicio racional. Antes lo achacaba a mi enfermedad (aunque, la afirmación de mi amigo lo dejaba en el territorio de la duda) o a algún tipo de arquetipo colectivo especialmente agresivo. Mi reacción la consideraba como la que tenía el pueblo alemán ante la puesta en escena de los ritos nazis, una especie de atracción hipnótica que provoca la barbarie y la destrucción al ser humano. Ahora lo considero de otra forma.
Hará cosa de año y medio otro amigo me confesaba que le gustaría vivir en una guerra porque la vida en paz era muy aburrida. Claro, la rutina, el trabajo, las leyes, etc. Recuerdo que en un libro de Arturo Pérez-Reverte, Territorio Comanche, comentaba como los soldados en los b
Balcanes al principio de la guerra daban sonrisitas, signos de la victoria con los dedos, nombres y apellidos y pertenencia al bando en liza con orgullo a las cámaras; y como al final, cuando las alas de la desolación y la infamia cubrieron todas las familias de la antigua Yugoslavia, insultaban y blasfemaban ante los mismos medios de comunicación que con tanta hospitalidad acogían. El papel de Braveheart o Chuck Norris es muy tentador, el problema es cuando a Terminator le violan a sus hijas, asesinan a su padre o torturan a su hermano. Entonces ya no es tan divertido. En ese momento habría que coger el mando a distancia y cambiar de canal.
Hoy por hoy, considero que la clave de este sentimiento de placer y excitación ante el dios de las llamas se debe a la poca estima que tenemos a nuestras propias vidas. Las consideramos mediocres y por eso, cuando la musa de la Historia enseña sus dientes, la acogemos con cierta sonrisa porque da la apariencia de añadir cierta gloria a nuestras vidas, podemos decir que hemos vivido algo interesante, es mas, podemos decir que hemos vivido.
Y la fuente de esa percepción malsana quizás se encuentre en el profundo nihilismo de la sociedad actual. No me refiero al tan manido tema de la ausencia de valores porque parte del mismo núcleo del espíritu de los tiempos y del núcleo vital de la mayoría de los individuos (entre los cuales me incluyo, o mejor dicho, me incluyo en aquella etapa). Carecemos de una dimensión sacra de las vidas humanas, pero no sólo de las de los demás sino también (y sobre todo) de la de nosotros mismos. Cuando miramos a nuestro interior no vemos más que escoria, una sombra titubeante de lo que debería ser... ese es el engaño fatal. Cada instante de nuestra vida debiera tener un carácter sagrado en el sentido más religioso de la palabra. Una afirmación a la afirmación de nuestras vidas. De esta forma, quizás, hallaríamos otros dioses además de Ares.

miércoles, enero 25, 2006

Discurso de Marcela

En el discurso que lanza Marcela a los cabreros, en las primeras páginas de El Quijote, podemos ver la proclama de una protofeminista por la dignidad de la mujer en los albores del siglo XVII. Pero yendo un poco más allá actúa como vacuna contra el amor posesivo y devorador (una doxa "romántica" mal entendida) cuya comprensión puede colaborar y facilitar el tránsito de la adolescencia a la madurez emocional, la existencia del "otro", la asunción de la alteridad. Os dejo con el erasmista y emulador del Eros que conecta las diferencias enlazadas, Cervantes .

(Texto extraído del capítulo XIV)

- No vengo, ¡oh, Ambrosio!, a ninguna cosa de las que has dicho -respondió Marcela-, sino a volver por mí misma, y a dar a entender cuán fuera de razón van todos aquellos que de sus penas y de la muerte de Grisóstomo me culpan, y así ruego a todos los que aquí estáis, me estéis atentos, que no será menester mucho tiempo ni gastar muchas palabras para persuadir una verdad a los discretos. Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, y de tal manera, que sin ser poderosos a otra cosa, a que me améis os mueve mi hermosura, y por el amor que me mostráis, decís y aun queréis que esté yo obligada a amaros. Yo conozco con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable, mas no alcanzo que por razón de ser amado esté obligado lo que es amado por hermoso, a amar a quien le ama. Y más, que podría acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y siendo lo feo digno de ser aborrecido, cae muy mal el decir: Quiérote por hermosa, hasme de amar aunque sea feo. Pero puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr iguales los deseos, que no todas las hermosuras enamoran, que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad. Que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, sería un andar las voluntades confusas y descaminadas, sin saber en cual habrían de parar: porque siendo infinitos los sujetos hermosos, infinitos habían de ser los deseos; y según yo he oído decir, el verdadero amor no se divide, y ha de ser voluntario y no forzoso. Siendo esto así, como yo creo que lo es, ¿por qué queréis que rinda mi voluntad por fuerza, obligada no más de que decís que me queréis bien? Si no, decidme: si como el cielo me hizo hermosa, me hiciera fea, ¿fuera justo que me quejara de vosotros porque no me amábades? Cuanto más que habéis de considerar, que yo no escogí la hermosura que tengo, que tal cual es, el cielo me la dio de gracia, sin yo pedilla ni escogella. Y así como la víbora no merece ser culpada por la ponzoña que tiene; puesto que con ella mata, por habérsela dado naturaleza, tampoco yo merezco ser reprendida por ser hermosa que la hermosura en la mujer honesta, es como el fuego apartado o como la espada aguda, que ni él quema ni ella corta a quien a ellos no se acerca. La honra y las virtudes son adornos del alma, sin los cuales, el cuerpo, aunque lo sea, no debe de parecer hermoso. Pues si la honestidad es una de las virtudes que el cuerpo y al alma más adornan y hermosean, ¿por qué la ha de perder la que es amada por hermosa, por corresponder a la intención de aquel que por sólo su gusto con todas sus fuerzas e industrias procura que la pierda? Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos. Los árboles destas montañas son mi compañía, las claras aguas destos arroyos mis espejos, con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura. Fuego soy apartado y espada puesta lejos. A los que he enamorado con la vista, he desengañado con las palabras. Y si los deseos se sustentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna a Grisóstomo, ni a otro alguno el fin de ninguno dellos, bien se puede decir que antes le mató su porfía que mi crueldad. Y si se me hace cargo que eran honestos sus pensamientos, y que por esto estaba obligada a corresponder a ellos, digo que cuando en ese mismo lugar donde ahora se cava su sepultura, me descubrió la bondad de su intención, le dije yo que la mía era vivir en perpetua soledad, y de que sola la tierra gozase el fruto de mi recogimiento y los despojos de mi hermosura; y si él con todo este desengaño quiso porfiar contra la esperanza y navegar contra el viento, ¿qué mucho que se anegase en la mitad del golfo de su desatino? Si yo le entretuviera, fuera falsa; si le contentara, hiciera contra mi mejor intención y presupuesto. Porfió desengañado, desesperó sin ser aborrecido: mirad ahora si será razón que de su pena se me dé a mi la culpa. Quéjese el engañado, desespérese aquel a quien le faltaron las prometidas esperanzas, confiese el que yo llamare, úfanese el que yo admitiere; pero no me llame cruel ni homicida aquel a quien yo no prometo, engaño, llamo ni admito. El cielo, aun hasta ahora, no ha querido que yo ame por destino; y el pensar que tengo de amar por elección, es excusado. Este general desengaño sirva a cada uno de los que me solicitan, de su particular provecho; y entiéndase de aquí adelante que si alguno por mí muriere, no muere de celoso ni de desdichado, porque quien a nadie quiere, a ninguno debe dar celos; que los desengaños no se han de tomar en cuenta de desdenes. El que me llama fiera y basilisco, déjeme como cosa perjudicial y mala; el que me llama ingrata no me sirva; el que desconocida, no me conozca; quien cruel, no me siga; que esta fiera, este basilisco, esta ingrata, esta cruel, y esta desconocida, ni los buscará, servirá, conocerá ni seguirá en ninguna manera. Que si a Grisóstomo mató su impaciencia y arrojado deseo, ¿por qué se ha de culpar mi honesto proceder y recato? Si yo conservo mi limpieza con la compañía de los árboles , ¿por qué se ha de querer que la pierda el que quiere que la tenga con los hombres? Yo, como sabéis, tengo riquezas propias y no codicio las ajenas. Tengo libre condición, y no gusto sujetarme; ni quiero ni aborrezco a nadie: no engañó a este, ni solicito a aquél; ni burlo con uno, ni me entretengo con el otro. La conversación honesta de las zagalas destas aldeas y el cuidado de mis cabras me entretienen: tienen mis deseos por término estas montañas, y si de aquí salen, es a contemplar la hermosura del cielo, pasos con que camina el alma a su morada primera.

lunes, enero 23, 2006

Dimensión solar

Estoy intentando buscar una dimensión más solar. He vagado demasiado tiempo por los arrabales lunares, ahora la fragancia decadente que exhala este blog me parece un síntoma de puerilidad, de adolescencia.

No sé si seguir el camino Pessoano de desdoblación; creo que es mejor que parta del propio sistema -aunque en el caso del alter ego de Ricardo Reis partía ya de un núcleo, de un mismo principio-. Bob Dylan aducía (me parece que fue después de tener el accidente de moto) que sus canciones hasta ese momento eran unidimensionales y quería alcanzar la tridimensionalidad. Yo busco más o menos lo mismo, careciendo claro está del talento de Zimmerman.

No es lo mismo emplear un lenguaje metafórico que alcanzar una verdadera dimensión poética, encontrar esto último es lo que quiero en esta etapa. Crear una atmósfera que encauce (porque sino girariamos en torno al vacío, el tenebroso silencio espacial Pascaliano donde ni la palabra ni la metapalabra pueden hallarse) los pensamientos del lector para que pueda moverse con libertad en una percepción determinada. No abandonaré la oración de la madrugada se trata simplemente de reescribirla.

Hasta ahora el caminante que se adrentaba por los bosques de esta web ha andado entre las brumas de un invierno nocturno. Es hora que un heteróclito sol y el Dios-Toro formen un beso en este rincón internáutico para crear el amanecer y con él un nuevo mundo. Tal vez, todos podamos ver más claro y así mismo, en la lejanía y la profundidad. Ya empieza a iluminarse un poco más el cielo ¿seré capaz de honrar a las primeras luces del alba?

domingo, enero 22, 2006

Anexo del "Epitafio a la Superdotación"

El Lirón

En cuanto el frío comienza
en vez de encender una lumbrera
meterse en cama prefirió
por la fuerza de la costumbre.
Así no se puede vivir,
pronto estaremos bajo cero,
dijo el lirón y, hala a dormir,
a roncar el invierno entero.

Y como un leño
se entregó al sueño,
dispuesto a pasar a través
de dos meses o tres,
que no es muy largo
como letargo
mas si ese invierno es de interés
entonces sí lo es.

Abría un ojo cada vez
que en su barriga había un hueco,
lo tapaba con una nuez
o cualquier otro fruto seco,
pues si lo bueno del sopor
es que en su estado no se piensa,
se practica mucho mejor
si está provista de despensa.

¡Qué vida ésta
de la floresta!
Mira por dónde al animal
dormir le fue fatal.
Viniendo a mano
para un pantano
sufrió aquel bosque una brutal
reforma forestal.

Llegó un bulldozer o un tractor
dio tal meneo al domicilio
del dormilón que, en su estupor,
no pudo ni siquiera ver
la ruina de su madriguera.
Sólo exclamó: ¡Hay que joder-
se, ya está aquí la primavera!

Cayó la rama,
cayó la cama,
cayó el somier, cayó el colchón
aplastando al lirón.
Y digo yo que
quedarse roque
durante toda una estación
aunque haga frío es una exageración.

Fábula del gran Javier Krahe

Epitafio a la Superdotación

En mis posts apenas he mencionado este tema, el único en que hago un breve inciso (más bien, una mención) a este asunto fue en "Cambio de Paradigma". Quizás porque el tema nunca me ha llegado a interesar del todo. Esto puede parecer incongruente al haber sido secretario y miembro fundador de JACIC (asociación legalizada de jóvenes superdotados, aunque de presencia efímera), por participar en varios foros de superdotación (o sínodos de "sabios") como el de Vicenta o el de Raúl o íncluso ser coprotagonista -con cinco más- de un extenso artículo en el Magazine del diario "La Vanguardia".

Dividamos:

- En JACIC y los foros, participé, más que nada, por conocer gente interesante. A JACIC además de este factor se le puede añadir el hecho de intentar hacer algo por los superdotados disincrónicos incluido yo mismo (fuí un ingenuo, uno debe ayudarse antes a uno mismo para que le puedan ayudar los demás). JACIC al final ha acabado siendo un grupo de amigos -como debió ser desde un principio-, los que tenemos más afinidad seguimos viendonos. Respecto a los foros volveré al tema principal, gente interesante la puedes encontrar en todos los sitios, es más, toda las personas son interesantes -lamento si te parece cursi, querido lector- lo que falta es paciencia, entrar en el tema adecuado y poseer cierta habilidad mayéutica. Puede ser que haya individuos que guarden más gemas que otros pero todos guardamos al menos una o podemos manufacturarlas con la materia prima conveniente.

- El artículo de la Vanguardia fue una decisión muy personal. En esos momentos veía la superdotación como un problema, me creía inferior por ser superdotado. Pensaba que al ver reflejado mi problema en una publicación me ayudaría a aceptarlo, a cauterizar heridas. El exterior me preocupaba, consideraba que la gente lo iba a malinterpretar creyendo que era un presentuoso. Pero decidí correr el riesgo, valió de muy poco.

En el mundo de la superdotación entré por mi primer brote psicótico. Mi madre vió en la tele un reportaje sobre superdotación e interpretó que mis rasgos correspondían con a los de un superdotado. Entonces entré en un famoso gabinete dedicado a la superdotación en Barcelona, me hicieron el Waiss y el resultado fue un CI de 132 -hace relativamente poco hice un test de figuras por internet, gestionado por mensa-dinamarca y dí 109-, que correspondía a una superdotación (siempre me hubiera gustado decir que soy un superdotado de "gama baja") . En fín, luego formé parte de un grupo de jóvenes superdotados anexado a esta asociación y durante tres años me sucedieron todo tipo de peripecias que por ahora prefiero no relatar.

Hoy he visto un mensaje en el foro de Raul que reza: "¿Cómo vas a tener confianza en ti mismo si no tienes alguna característica propia e identificatoria en la que puedas creer, y más cuando se trata de tan costosa especificidad? Las grandes capacidades pertenecen, los velos cubren."

Dos aclaraciones:

- La confianza en uno mismo no parte de ningún potencial, tú no tienes confianza en ti mismo por tener el potencial de nadar rápido sino por haberlo desarrollado. Es más, la confianza en uno mismo debe ser circular, parte del nucleo del yo (llámalo voluntad o fuerza, como quieras) para volver a desembocar en él.

- La capacidad a pesar de pertenecer puede perfectamente encubrir. Puede ser opio pseudointelectual para situarte en una situación cómoda y narcisista proporcionándote un atenuante a la hora de no enfrentarte a la vida. He conocido demasiados casos. El hecho de la "costosa especifidad" remarca mucho más este problema.

La superdotación es un concepto huero, me ha aportado muy poco a la hora de conocerme a mí mismo. Prefiero optar por otros bosques y diferentes tesoros. Caminar por terrenos más concretos y vislumbrar entre otras nieblas el astro del amanecer.
Mi superdotado favorito se llama Pablo Pineda. Tendríamos que aprender mucho de él.

sábado, enero 21, 2006

Chronos, Aidion y Aion

Estos días como estoy en el paro y aparte de estudiar (al final iré a todos los exámenes en Febrero para ganar más tiempo, ahora puedo presentarme por las mañanas) no tengo nada que hacer (ver a algunos amigos pero cuando pasen estos días). Escribiré más asiduamente en el blog. Incluso algunos días -según las ganas- escribiré más de un post por día.

Comentaba lo de las nuevas perspectivas en estos últimos días (lamento, si a alguien le parece pesado pero esto no es un foro sino un blog ;-) ). Cuando se cambia de sistema se hallan nuevos matices y todo parece cambiar de color. Ahora hablaré de un matiz y a la vez, lo que me facilitó la entrada en este cambio de perspectiva. Se tratan de las tres dimensiones temporales presocráticas que llamaremos Chronos, Aidion y Aion.

- Chronos, es el Saturno devorando a sus hijos de Goya, el instante que devora al siguiente de Schopenhauer. Es mirar la vida desde la carencia, desde la muerte. En Occidente, actualmente, es la visión común. Baudelaire. La preocupación de Borges por el tiempo. Podemos decir que sus rasgos emocionales son la angustia y la ansiedad.

- Aidion: el tiempo visto desde la vida, desde la plenitud. Mientras escribo este texto y pienso en él, estoy en Aidion. Los misterios eleusinos son mirar la muerte desde Aidion, desde la vida. La muerte es necesaria para la vida; para que Perséfone pueda ser madre (la naturaleza creadora de vida) Démeter debe dejar de ser progenitora y convertirse en hija en la matriz bio-óntica. Su caracteriología emocional suele ser serenidad y alegría.

- Aion: El instante eterno. El "¡Detente, eres tan bello! de Fausto. Rayo de Heráclito que une el cielo con la tierra, el dolor y la dicha. Dos niños jugando al ajedrez en el momento del jaque-mate. El instante del orgasmo y de la muerte. Caracteriología emocional: el extásis.

Respecto a Aion he de decir que si lo experimentamos no seremos conscientes en ese momento de ello. Porque es el límite de Aidion y Chronos y dado sus rasgos de límite, es imposible de aprehender. En cuanto nos damos cuenta de una experiencia Aion estamos ya fuera de ella. En lo que respecta a los límites ya hablaré de ello cuando comente el Eterno Retorno.

Retorno a Nietzsche

En el post anterior, Cambio de Paradigma, comenté que "tenía que darle a Argos la razón". La mayoría de los lectores de este blog que provenís del consejo de sabios, ya sea el de Vicenta o el de Raúl ya conocéis a Argos. En el de Raúl mantuve una polémica sobre Nietzsche con él, posicionandose él a favor y yo en contra. Yo consideraba que pese a que toda la filosofía moderna está claramente influída por él, Nietzsche ya había sido superado por la Escuela de Frankfurt (Adorno, Horkheimer, Marcuse o el heterodoxo Habermas). Ahora he de reconocer que había entendido mal a Nietzsche y posiblemente a la famosa escuela. Tampoco entendía bien en que consistía la hermenéutica y su peculiar dialéctica, respecto a mi menosprecio a esta.

Todos (o todo aquel que tenga inquietudes) leemos a Nietzsche en nuestra adolescencia, yo lo leí algo tarde a los 18 años. Trozos del Zarathustra y Más allá del bien y del mal (libros gemelos), tuve un interés enorme en aquella época por él, ahora tengo casi toda su obra en la biblioteca (al menos los libros principales). Quizás mi alejamiento se produjo por culpa de mi primer brote -esto no lo he contado en Resurrección- pues leía por aquella época a Nietzsche, Cioran y Houellebecq. Mal interpretados es una bomba absoluta de arrebatos y más en estado pre-psicótico -aunque también te puedes tirar por la ventana viendo Superman-. Mi madre le contó al psiquiatra lo que leía y me prohibió leer a Nietzsche (a Cioran no, cómicamente interpreto que no lo conocía porque para un loco es muchísimo peor). Entonces empecé a leer a Platón, Séneca... filósofos de la moderación (a ver, son mucho más que esto que digo pero estamos hablando de impresiones exofilosóficas). Y empecé a desdeñarlo con estas y otras lecturas.

Hace unos meses, en Septiembre, volví a la universidad. Ahora estoy estudiando filosofía en la Uned, matriculado de cuatro asignaturas. Entre ellas Historia de la Filosofía. Y de aquí viene el fenómeno, unas de las causas de mi cambio de paradigma y retorno a Nietzsche.

Nunca he llegado a comprender el eterno retorno, mi interpretación de este era la misma que la de Borges y con todo el dolor de mi corazón, he de decir que tanto el genio porteño como yo estabamos equivocados. Era una visión muy superficial de lo que realmente significaba. Ambos lo interpretabamos en una dimensión temporal.

El eterno retorno es tanto una figura que rompe el efecto progresivo causa-consecuencia, cómo un método analítico o mejor dicho una perspectiva analítica. No es un mero ciclo fenoménico, va mucho más allá, es una perspectiva óntica.
Nietzsche no fue el primero sino que lo redescubrió, el Aristóteles que conocemos ahora (el Aristóteles presocrático) fue el que lo puso en la palestra para reconducir la tendencia órfico-pitagórica que se estaba apoderando de la Academia. Al final triunfó el protocristianismo, como ya sabemos.
Los presocráticos no necesitaban de esta figura porque las velas del pitagorismo no amenazaba las costas en las que se bañaban aunque, evidentemente, jugaban plenamente en este terreno. Prometo pararme, detallando más, la interpretación que hago ahora del eterno retorno, ya que solo he señalado su caracteriología no de lo que se trata.

Respecto al superhombre, como bien señalaba Argos, es mejor decir ultrahombre. Por Vattimo y Ortega yo también sabía que el verdadero significado era ultrahombre. Recuerdo que en su "Introducción a Nietzsche" (magnífico texto para introducirse en la obra del eremita de los Alpes) señalaba que el filósofo en uno de sus últimos textos, recogido bajo el título "La voluntad de poderío" afirmó que el Yo era una ficción. Yo pensaba que aquí Nietzsche (como buen filólogo) tenía en cuenta el lenguaje y con esa mirada profunda que sabe ver a la lejanía vislumbraba a Wittgenstein y a Habermas. Pero la cuestión aquí es que, no sé si era en las mismas lineas del italiano, Nietzsche a pesar de todo su individualismo no creía en la teoría del heroe de Carlyle. Es decir en Alejandro-Hitler, en la "hybris" sin control. Quizás deberíamos hablar más generalmente de una expresión de deseo y también de libertad. Pero la libertad exige autocontrol porque sino somos presa de nuestros instintos y el deseo se torna dolor. He aquí la fortaleza del ultrahombre, liberar el deseo sin que nos encadene, comunidad de reyes-sabios que miran de frente a la vida, olas bravas en el mar y dulces en la ribera. Quizás haya que interpretar al ultrahombre de forma epicúrea (Nietzsche ensalza a Epicuro en el Viajero y su sombra).

Por eso, para ser sincero conmigo mismo tuve que suspender la dialéctica que mantuve con Argos, ahora sé que he de darle la razón. Cuidado, no me precio de entender aún "realmente" a Nietzsche y tirando un poco más lejos hago esta oración en plural. ¿Realmente hemos entendido, aún, a Nietzsche? ¿Hemos comprendido todas sus consecuencias?

Pese a estas últimas preguntas, creo que Nietzsche se interpreta de miles de formas (como he venido apuntando, no todas son correctas aunque quizás haya más de una válida) y que pudiera ser que exista una ida y vuelta permanentemente en él ya sea alejándonos de él o despojándole de sus infinitas máscaras para observar otras nuevas, mi estupidez se consuela con las últimas frases de la primera parte del Zarathustra:

"¡Ahora yo me voy solo, discípulos míos! ¡También vosotros os vais ahora solos! Así lo quiero yo.

En verdad, este es mi consejo: ¡Alejaos de mí y guardaos de Zaratustra! Y aún mejor: ¡Avergozaos de él! Tal vez os ha engañado.

<...>

Ahora os ordeno que me perdáis a mí y que os encontréis a vosotros; y sólo cuando todos hayáis renegado de mí, volveré entre vosotros."

viernes, enero 20, 2006

Bonus Track de Cambio de Paradigma


Canción del pirata

José de Espronceda

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:

Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pechos mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.


¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá; en su propio navío
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.


La del Pirata Cojo

del inquilino de calle Melancolía

No soy un fulano con la lagrima fácil
de esos que se quejan solo por vicio
Si la vida se deja
yo le meto mano
y sino aún me excita mi oficio
Y como además sale gratis soñar
y no creo en la reencarnación
con un poco de imaginación
partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas
a probarme otros nombres
a colarme en el traje
y la piel de todos los hombres,
que nunca seré

Al Capone en Chicago
Legionario en Melilla
Pintor en Montparnasse
Mercader en Damasco
Costalero en Sevilla
Negro en Nueva Orleáns
Viejo verde en Sodoma
Deportado en Siberia
Sultán en un Harén
¿Policía? ni en broma
Triunfador de la feria
Gitanito en Jerez
Tahúr en Montecarlo
Cigarrillo en tu boca
Taxista en Nueva York
El más chulo del barrio
Tiro por que me toca
Suspenso en religión
Confesor de la Reina
Banderillero en Cádiz
Tabernero en Dublín
Comunista en Las Vegas
Ahogado en el Titanic
Flautista en Hamelín

Estribillo:
Pero si me dan a elegir
de entre todas las vidas
yo escojo la del pirata cojo
con pata de palo
con parche en el ojo
con cara de malo
el viejo truhán capitán
de un barco que tuviera
por bandera un par de tibias
y una calavera

Billarista a tres bandas
Insumiso en el cielo
Dueño de un cabaret
Arañazo en tu espalda
Tenor en Rigoletto
Pianista de un burdel
Composero en La Habana
Casanova en Venecia
Anciano en Shangri-La
Polizón en tu cama
Vocalista de orquesta
Mejor tiempo en Le Mans
Cronista de sucesos
Detective en apuros
Conservado en alcohol
Violador en tus sueños
Suicida en el viaducto
To’ guapo en un culebrón
Morfinómano en China
Desertor en la guerra
Boxeador en Detroit
Cazador en la India
Marinero en Marsella
Fotógrafo en Play-Boy
Estribillo. Bis.

Cambio de paradigma

He de decir que estos días, se ha completado un proceso de cambio de paradigma personal. Mi vision de la vida ha cambiado (o está cambiando, creo que aún no soy plenamente de las consecuencias de este hecho). No se ha producido de hoy para mañana, sino que ha sido un cambio que se ha gestado lentamente. Se ha basado un poco por factores externos (lo mínimo, la verdad), en un mucho de comprensión y bastante de fuerza de voluntad. El ser consciente de este cambio se produjo cuando leí y comprendí las tres dimensiones temporales de los presocráticos, ojo, no digo que se haya producido por eso sino que "me di cuenta". Sobre las consecuencias personales, doy unos pocos ejemplos:

- La definición interna que me dí, en cierta forma, de "superdotado" y por otro lado de "loco", ha quedado superada. He pasado a otra fase, creo que más sana. Esto se dió al comprender que ambos conceptos estan vacíos de contenido y que no servían para nada a la hora de autocomprenderme. También quiero lanzar una advertencia, no se trata del fenómeno psicológico de negación de la enfermedad mental. La enfermedad sigue ahí, desde luego, y soy consciente de ello. Pero cuando estuve internado en el hospital de día (o CPB), la mayoría de los enfermos hablaban de ellos mismos como enfermos, me explico, el 60% de toda oración que pronunciaban aludian o a su enfermedad mental o a su condición de enfermos. Sospecho que se consideraban más bien una enfermedad que personas, ese es el principal problema de la visión médica (Kraepelin) de la psiquiatría, y también por ello el psiquiatra le decía a mis padres, "él es un enfermo y un no-enfermo a la vez". Amén. Y por mi bien y enriquecimiento personal, no quiero que me suceda lo que he estado describiendo de otras personas.

- Últimamente tengo más ganas de vivir, esto sonará frívolo a muchos pero es una cuestión realmente seria y quizás una de las cosas más importantes en la vida. Intento acercarme a las murallas de Nunca-Jamás y trepar por ellas para poder ser un niño otra vez. Y aunque suene un poco presentuoso, lo estoy consiguiendo. Es una cosa bien sencilla y
cualquiera lo puede hacer. Una pista: es importante el cuando, el como y el donde...

-Antes de ayer me han despedido del trabajo. He estado a punto de caer en la depresión, pero no he caído. Supongo que si esto me hubiera pasado hace unos meses hubiera intentado suicidarme. Ahora no, veo una puerta cerrada pero varias abiertas y ahora diré una ingenuidad: ¡Hay que comerse el mundo chaval! Veo la posibilidad que para septiembre, me independice y me vaya a vivir a otra ciudad, a otro mundo, a abrir o incorporar algo en el alma.

Tengo unos sonetos en el horno, tengo amigos, tengo tábaco, tengo risas, tengo lágrimas, tengo recuerdos de todos los cólores, tengo tristeza, tengo las manos para escribir, tengo la brisa del mediterráneo, tengo Serrat, tengo Sabina, tengo las llaves de una buhardilla en calle Melancolía, tengo el camino a la Highway 61, tengo a Suzanne, cafés largos en cualquier tugurio, al loco de la colina entrevistando a prisioneros del olvido, tengo besos que me da la musa de mi imaginación, tengo despedidas en Casablanca, tengo un pulso con Bucho, tengo una cuenta pendiente con Kerouac, tengo que darle a "Argos" la razón, tengo que darle un abrazo a Carmen, bailar Eladia Blazquez con Mumi y aprender a tocar la guitarra y tomar barraquitos (ahora sé que se llama bombón) con Miguel, tengo que conversar con Josep, escribir una copla con José Manuel, esquivar el soul de la soledad junto a Rodrigo y Roberto, tengo que rezar, tengo que soñar, tengo que volar.

martes, enero 10, 2006

Sobre la melancolía

Últimamente, estoy en una posición más favorable a la hora de explicar mis experiencias sobre la melancolía. Siempre he considerado que para hablar sobre algo -con un poco de sentido- se ha de contrastar, en el caso de los sentimientos la mejor opción es adoptar una perspectiva desde fuera. Ahora puedo decir que puedo escribir desde ese punto de vista.
He notado que en casi todos mis escritos hay un "tono o punto" de tristeza, de conciencia de pérdida, en definitiva, de melancolía. En estos tiempos, considero mi melancolía como pérdida de la infancia, el síndrome de Peter Pan... ese es el mes de abril que quiero recuperar y, fatalmente, nunca lo podré restaurar. Supongo que en mayor o menor medida es la tragedia de todos, excepto, para aquellos que han tenido la desgracia de no poder disfrutar de esa época, que por contigencia o necesidad no pudieron saber que es la niñez.
La melancolía es, al menos desde mi subjetividad, un sentimiento decadente y degradante. Quema la hierba que pisa como el caballo de Atila. Y detrás de ella aguarda el resentimiento y el miedo con un puñal en la mano esperando a que les demos la espalda, después la amargura reza oraciones en el velatorio por la destrucción de nuestra verdadera vida.
Quizás soy tan crítico con el nacionalismo por el hecho de que es la expresión política de este sentimiento y yo siempre me he querido liberar de él. He corrido el peligro de convertirme en un nacionalista español, aún no sé si me he librado de ello, por eso, me pareció tan saludable la manifestación de Savater -procedo a una identificación personal en el aspecto político- diciendo que la idea de España se la soplaba. Lo que importa de España es su condición de Estado de Derecho y de Bienestar, nada más (ni nada menos).
Pero volviendo al terreno personal, creo que lo positivo es mirar adelante y no caer en un círculo vicioso onanista. Es un círculo vicioso, al no haberse generado nunca la pérdida; la infancia sigue ahí sólo que se le han añadido nuevos paradigmas. Recuerdo una carta del tarot, El Sol, en la que aparecen dos niños jugando en el interior de un patio. Dentro de este patio (nuestro interior) podemos seguir siendo niños sin que el sol de los adultos nos abrase con sus rayos.

lunes, enero 09, 2006

Nada que escribir

Lleva, unos pocos días, parado este blog. Recuerdo que hasta hace muy poco (hasta los tiempos del instituto) me preguntaban algunos conocidos: ¿Por qué hablas tan poco? y siempre recibían la misma respuesta: es que no tengo nada que decir.
Estos días he considerado que no tenía nada que escribir, nada que añadir a este blog. Durante este tiempo he tratado de organizarme un esquema de actividades, entre una de tantas cosas está el centrarme más en la carrera.
Mis intereses son varíos, la filosofía, la poesía, el teatro, etc; pero si se quiere llevar a término una serie de objetivos uno debe priorizar y concentrarse en uno de esos intereses. Al menos sé que esto es válido para mí, "el que mucho abarca..."
Ahora me siento mucho más vivo que antes -¿será la dieta?- tengo más inquietudes y curiosidad, sé que mi principal enemigo después de mí mismo, es el tiempo. Un amigo mío dijo una vez que cuando tenías tiempo no tenías dinero y que cuando tienes dinero, no tienes tiempo. Triste verdad en mi situación actual y, creo, en la de la mayoría de los mortales.
También me gustaría vivir en otra ciudad; más que nada, para tener otra perspectiva del mundo donde siempre has vivido y enriquecerme con esa experiencia en otros ámbitos. Esto no está muy maduro con la ayuda de Chronos lo iré clarificando.
En fín, que no tengo nada que escribir y por eso escribo este post.

PD: He adelgazado 10 kilos en un mes.

martes, enero 03, 2006

En todos los sitios cuecen habas

Ayer llamé a un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme. Por si no lo sabían, trabajo de encuestador telefónico y en el "estudio" que estoy haciendo ahora me piden que convenza a las amas de casa para que colaboren haciendo encuestas por correo.

El caso es que en un pueblo de la tierra de José Bono, la casa a la que llamé, no tenían ama de casa. Así que se puso un señor. El comienzo no fue malo (aunque a la hora de preguntarle la edad, me vaciló diciéndome que además de tener 30 años era muy guapo). Después de explicarle en que consistía la colaboración, llegaron los problemas:

- Oye, tienes acento catalán.
- Sí, es que soy catalán.
- Pero también eres español.
- Pues sí también soy español, ¿pero quiere colaborar con nosotros?
- ¿Desde donde me llamas?
- Desde Cataluña.
- Entonces tu empresa es catalana.
- Bueno, la sede está en Madrid.
- Mira los catalanes que también soís españoles, estáis haciendo mucho daño con el Estatut a España, por tanto, prefiero no colaborar con vosotros.

Luego, le expliqué que la empresa era anglo-francesa (lo cual, mejoró un poco las cosas). Pero al final me dijo que colaboraría con nosotros si le daba mi nombre y mis apellidos más el dni, a lo que me negué.

En fín que en todos los sitios hay cretinos. Todos los nacionalismos son iguales idependientemente de las banderas que utilicen.

lunes, enero 02, 2006

Canadá, Canadá

No sé porqué (o si lo sé, otra cosa es que lo reconozca, y no sólo ante vosotros sino ante mi mismo) pero a veces tengo ganas de irme lejos, muy lejos de aquí. Huída o paso adelante. De momento me conformo con esto, luego ya veremos:

Valga como testimonio
mi cama de matrimonio,
donde a diario aún me enrollo,
de que el Quinto Centenario
lo celebro yo a diario.
Cierta América es un chollo.

No hice tal descubrimiento
impulsado por el viento
que impulsó las carabelas,
quién sopló fue el erotismo,
no es igual y no es lo mismo
ir a ligar que ir por pelas.

Claro está que me interesa
la española cuando besa
incluso si no es de veras,
pero puesto a echarme novia
sin ninguna xenofobia
yo fui a tierras extranjeras

de las de allende los mares
porque allí me daba achaques
la más preciosa nativa.
Y fue dulce mi autoexilio
y salió de aquel idilio
de novia definitiva.

Yo entré por el San Lorenzo
que tampoco es mal comienzo
aunque no sea el Caribe,
aunque las temperaturas
desde luego son más duras
también hay gente y se vive.

Cuando se congela el río
San Lorenzo ¡Dios, que frío!
todo cubierto de nieve
desde el alce hasta el abeto
se diría todo quieto
y, sin embargo, se mueve.

Esta flor de las princesas
de las tribus iroquesas
me encontró muy de su agrado,
esos inviernos tan crudos
los pasábamos desnudos
sin pescar ni un resfriado.

Sí pescábamos salmones
porque hay muchos y te pones
y te llenas la canoa.
Y comíamos felices
los salmones, las perdices
y el bisonte en barbacoa.

Justamente fue la dieta
la que en la dicha completa
empezó a introducir fallos:
mi aparato digestivo
decía reiterativo
"me apetecen unos callos".

Abrazando a mi pareja
le conté la triste queja
de este estómago castizo:
"lleva treinta y nueve lunas
sin probar las aceitunas
ni el gazpacho, ni el chorizo."

Ella dijo: "lo comprendo
y me parece estupendo
ir yo a descubrir Europa."
Y, embarcando la maleta
y ella y yo en una goleta,
nos vinimos viento en popa.

Al volverme aquí con ella
puse fin a mi epopeya
del otro lado del charco.
Valga como testimonio
mi cama de matrimonio
y mis flechas y mi arco.

de Javier Krahe

¿Es esta la otra cara de "Resurrección"?