- - El Blog de Ducados: septiembre 2006

jueves, septiembre 28, 2006

El silencio de la desgracia

¡De verdad, son muchas las personas satisfechas y felices! ¡Qué fuerza aplastante! Echen un vistazo a esta vida: la impavidez y holgazanería de los fuertes, la ignorancia y borreguismo de los débiles, por todas partes una pobreza insoportable, estrecheces, degeneración, borracheras, hipocresía, falsedad... Y entre tanto, en todas las casas y en todas las calles reina el silencio, la calma, y de los cincuenta mil habitantes de esta ciudad no hay ni uno que grite, que alce su voz indignada.

Los hombres que vemos son aquellos que van al mercado a hacer la compra, los que de día comen, los que de noche duermen; vemos a los que van por ahí diciendo tonterías, se casan, envejecer y llevan apacibles al cementerio; pero no vemos ni oímos a los que sufren. Todo cuanto de pavoroso tiene la vida ocurre no se sabe muy bien dónde, como quien dice tras bastidores. Todo es silencio y calma; sólo protestan las mudas estadísticas: tanta gente se ha vuelto loca, se han bebido tantos baldes de vodka, tantos niños han muerto de desnutrición... Y este orden de cosas parece necesario; el hombre feliz, al parecer, se siente bien porque los desgraciados arrastran en silencio su duro destino y porque sin este silencio la felicidad sería imposible. Es como una hipnosis colectiva.

Haría falta que tras la puerta de cada hombre feliz y satisfecho hubiera alguien con un martillito que le recordase continuamente con sus golpes que existe gente desgraciada, que la vida, por feliz que sea, tarde o temprano le enseñará sus garras y la desgracia -la enfermedad, la pobreza, la muerte- caerá también sobre él, y entonces nadie lo verá ni lo oirá, como ahora él tampoco oye, ni ve a los demás. Pero no tenemos a este hombre del martillo. El hombre feliz sigue su vida, los pequeños quehaceres de cada día le afectan muy por encima, como a la encina el viento. En resumen, todo está a pedir de boca.

Extracto de "La grosella" en Cuentos Imprescindibles de Antón Chéjov, Editorial Lumen.

miércoles, septiembre 20, 2006

No tienes corazón



Pues eso, que no tienes corazón. Un videoclip que me gusta mucho.

jueves, septiembre 14, 2006

Carta a un lector

Estimado lector:

Sé que estás intentando vengarte y quizás estés en tu derecho, aunque el resentimiento y el rencor no es sano para nadie. Justo después de escribir esos versos dudé entre publicarlas o no, las publiqué para que te hicieran pensar. He visto que no. Sé que me cebé demasiado y que me pasé en el ataque, por eso y por el motivo anterior (que no sirvió de nada) te pedí disculpas. Supongo que no vas a modificar tu actitud, ni tu personalidad por mucho que te diga. Pero por probarlo otra vez no pasa nada.
Ya hablamos por el msn de tu historia y te dije que muchos habían pasado por las mismas circunstancias que pasaste tú, yo por ejemplo. Muchísimas personas han pasado por eso y muchas de ellas han conseguido salir adelante. ¿Cómo?. Pues asumiendo ese pasado, comprendiéndolo, dejar de mirarse tanto el ombligo -pensando que uno es el más desgraciado del universo- y mirando un poco a su alrededor.
La madurez y el autoconocimiento sólo se consiguen mirando al otro y a través del otro, tratando de entenderle.
En mi segundo ingreso, conocí a un hombre que iba en silla de ruedas. ETA de una explosión le había volado las piernas y los genitales. La verdad es que por muy mal que pensemos que nos vaya en la vida, no tenemos derecho a quejarnos de nada. Sólo hay que mirar a nuestro alrededor. El mundo no gira alrededor de nosotros. Sabes, incluso a veces, tengo la impresión de que tengo que dar gracias por el simple hecho de estar vivo. Cuando pensamos en lo infelices que somos, estamos siendo muy egoístas. ¿Qué coño piensas que es la vida? Suficiente que tengamos pan, agua y una cama dónde dormir.
Te aconsejaría que dejes de navegar por internet, intentando de crear la personalidad que te gustaría tener (y mejor que no la tengas, porque es, francamente, muy desagradable) y te aceptes más a tí mismo y tu realidad. Te supondrá una liberación, en serio. Es difícil, claro que es difícil, pero una vez que lo asumas podrás cambiar tu vida y tu realidad para intentar conseguir lo que te propongas.

Un saludo.

miércoles, septiembre 13, 2006

Chelsea Hotel #2

Una grandísima canción de Leonard Cohen. Basada en un romance con Janis Joplin.



Te recuerdo bien en el Hotel Chelsea
Tu estabas hablando tan valiente y tan dulcemente
Haciéndome una mamada en una cama deshecha
mientras esperaba la limusina en la calle
Esas fueron las razones y ese fue Nueva York
Nosotros corríamos por el dinero y la carne
y eso fue llamado amor por los que trabajaban dentro
Probablemente aun lo es por los de aquellos que quedan
pero tu te fuiste, ¿ no es verdad, muchacha ?
Sólo diste la vuelta en la multitud y te alejaste
Yo nunca más volví a oírte decir
Te necesito, no te necesito, te necesito, no te necesito
y todos ellos haciendo ruido alrededor.

Te recuerdo bien en el Hotel Chelsea
Tu eras famosa, tu corazón era una leyenda
Tu volviste a decirme que preferías hombres guapos
pero que por mí harías una excepción
y apretando los puños por los que como nosotros
están oprimidos por los patrones de belleza
te arreglaste un poco y dijiste "Bueno, no importa
Somos feos pero tenemos la música"
y entonces te fuiste, ¿ no es verdad, muchacha ?
Sólo diste la vuelta en la multitud y te alejaste
Yo nunca más volví a oírte decir
Te necesito, no te necesito, te necesito, no te necesito
y todos ellos haciendo ruido alrededor.

Y no pretendo sugerir que yo te amará mejor
No puedo mantener constancia de cada petirrojo caído
Te recuerdo bien en el Hotel Chelsea
Eso es todo, no pienso en ti muy frecuentemente




sábado, septiembre 09, 2006

Serenidad (Lectura de madrugada)

Serenidad, tú para el muerto,
que yo estoy vivo y pido lucha.
Otros habrá que te deseen:
ésos no saben lo que buscan.
Si se durmieran nuestras almas,
si las tuviéramos maduras
para mirar inconmovibles,
para aceptar sin amargura,
para no ver la vida en torno
apasionadamente nunca,
duros y fríos, como piedra
que sopla el viento y no la muda...
Almas claras. Ojos despiertos.
Oídos llenos de la música
del dolor. Los dedos felices,
aunque los hieran las agudas
espinas. Todo el sabor agrio
de la vida, en la lengua.
"Nunca
podrás mojar tu pie en el río
en que ayer lo mojaste. Busca
la eternidad, vive en la alta
contemplación de su figura."
Palabrería de los libros
de la que deja el alma turbia.
Serienidad que se nos vende
por librarnos de la tortura,
por llenarnos de sueño el alma
y rodeárnosla de bruma.
Serenidad, tú para el muerto.
El hombre es hombre, y no le asusta
saber que el viento que hoy le canta
no volverá a cantarle nunca.
Serenidad, no te me entregues nunca
ni te des nunca,
aunque te pida de rodillas
que me libertes de mi angustia.
Será que vivo sin saberlo
o que deserto de la lucha.
Tú no me escuches, no me eleves
hasta tu cumbre de luz única.
Palabrería de los libros
de la que deja el alma turbia.
Yo también me hago un poco libro,
me duermo el alma...
Luz difusa.
La madrugada se desgaja
agria y azul, como una fruta.
Cantan los pinos a lo lejos.
Un niño llora. Las desnudas
mujeres y hombres silenciosos
salen despacio de las últimas
sombras. Los pájaros me esperan.
Se alzan las olas. (Me preguntan
por qué.) Campanas... (Ayer niebla,
hoy claro sol y luego lluvia...)
¿Por qué? Las hojas se estremecen...
Voy inúndandome de música.
Poema de José Hierro en "Tierra sin nosotros"

domingo, septiembre 03, 2006

Selección al azar...

...de Desgarradura de Emil Michel Cioran. Colección Marginales. Editorial Tusquets.

"No escribimos porque tengamos algo que decir, sino porque tenemos ganas de decir algo."

"Es falso pretender que el hombre no puede vivir sin dioses. Primero crea sus simulacros; después lo soporta todo y se acostumbra a todo. No es lo bastante noble para perecer debido a la decepción."

"Aquel día estábamos en la mesa hablando de "teología". La criada, una campesina analfabeta, escuchaba de pie. "Solo creo en Dios cuando me duelen las muelas", dijo. Después de toda una vida, su intervención es la única que recuerdo.

"La muerte es un estado de perfección, el único al alcance de un mortal."

"A ese amigo que me confiesa aburrirse porque no puede trabajar, le contesto que el tedio es un estado superior, y que relacionarlo con la idea de trabajo es rebajarlo."

"Cuando nos arrogamos el monopolio de la decepción, tenemos que forzarnos para lograr reconocer a otro el derecho a sentirse decepcionado."

"Entendí que envejecía cuando empecé a notar que la palabra Destrucción perdía poder, que ya no me producía aquel escalofrío de triunfo y plenitud, cercano a la oración, a una oración agresiva..."

Carne cruda

Tenía una semana de permiso,
la vió en un pub muy cerca de la playa.
Un guiño de ojo y cruza la muralla,
las estrellas no entraron en el piso.

Dos gaviotas les dieron el aviso;
"Carne cruda" musita y luego calla
recogiendo los restos de batalla.
Miradas y la brisa les requiso.

Y contaron las olas varios días
mas se acercó, traidora, la partida
cargaron otra vez las mercancías

Un número de móvil, voz dolida:
No te olvides llamar si me querías.
La niebla les borró la despedida.