Hoy, mientras tomaba un café con leche y fumaba un cigarro en un bar de Virrei Amat, escuché una charla sobre un hombre y me acordé del debate que tuvieron Lagave y usuario anónimo sobre el
sistema laboral, todo ello me ha dado tema para este post.
Después de dar mi paseo diario de una hora -por la dieta- acostumbro a ir a un bar en Felipe II, para tomar un café con leche. Esta tarde sólo había dos clientes. Le pedí al camarero lo de siempre y me senté en la zona más alejada de la puerta, mientras encendía un cigarrillo.
El camarero me puso encima de la mesa la bebida y se volvió a la barra. En ese punto, uno de los clientes apuntó:
-¿Qué, a dónde has ido?
-A servirle un café a ese señor.
El caso, es que la conversación dió un giro y pasaron a comentar el caso de un hombre al que el camarero tuvo que echar del local. Se ve que no pagaba las consumiciones e incluso llevaba a sus colegas al bar para aprovecharse de la gratuidad del servicio. Más adelante la conversación se desarrolló así:
-Es que este tío me ha tomado por gilipollas. No estoy orgulloso de haberlo hecho, pero lo que no puede hacer es que abriéndole las puertas de mi casa se aproveche de esa manera -dijo el camarero.
-Pero a ver, no sabéis que ese tío no está bien... -respondió uno de los clientes.
-Claro que no está bien. Si sueña con que le den una paga para ser feliz. Estuvo en el psiquiátrico y vive con sus padres. Pero lo malo es que va de listo. Si aún estando mal se comportara bien, le abrirían las puertas en todos los lados. Pero no, es un parasito y se quiere aprovechar de los demás -contestó el camarero.
-Ese tío no ha trabajado en su puta vida. No ha llegado a estar ni 10 meses trabajando para una empresa. Él se lo ha buscado porque desea vivir de los demás y ser un parasito -apostilló el otro cliente.
Luego vino la madre (me parece que es un negocio familiar) del camarero y preguntó a quien criticaban. En ese momento, me levanté, pagué la consumición y me vine a casa.
Hace tres años cuando estaba internado en el Hospital de Día/CPB (una especie de psiquiátrico pero con un régimen extremadamente abierto para los internos) conocí a un hombre que había estado encerrado un año en la Modelo (una de las cárceles más famosas de Barcelona) por robo. Después estuvo internado en el Hospital Psiquiátrico de Sant Gervasi, le diagnosticaron transtorno bipolar y lo mandaron para el CPB. Un día, el tío me confesó que el día que acudió al jurado de psiquiatras -requisito para que se te conceda "la paga"- se dejó crecer la barba 15 días y se vistió de Chandal para atraer el juicio a su favor (necesitas un 66% de invalidez) y le concedieran la PNC -Pensión No Contributiva. La PNC ronda los trescientos euros al mes, tirando por lo alto.
A partir de esto, que me pareció totalmente lamentable, siempre consideré que la PNC no me atraía demasiado. Es muy poco dinero y al fín al cabo, si yo estoy lo suficientemente bien como para poder trabajar, lo justo es que la aproveche alguien que esté peor que yo y la necesite. He de decir que ultimamente, desde que estoy estudiando una carrera y no trabajo, me he visto tentado de ir al jurado -no soy un santo- pero siempre me he encontrado el escrupulo ético que he comentado antes. Ser un parasito. Y a veces es dificil de escoger entre ser un parasito de tus padres (ahora mismo lo soy, aunque no se me ha acabado el dinero que ahorré del curro pero le falta poco) o del Estado (PNC) o trabajar y perder el tiempo haciendo una cosa que solo te aporta dinero para sobrevivir (pero teniendo la conciencia tranquila).
Está claro que el sistema de 40 horas semanales -y más- trabajando en un curro totalmente alienado -aunque sea en una oficina- satisface a muy pocos. Mi padre -que no trabajaba en una oficina- estuvo trabajando 35 años con máquinas de refinamiento de cobre -un trabajo asqueroso os lo aseguro- y al final, a los 60, fue prejubilado. Un destino bastante común. Y a mis ojos horrible, mi padre pasó esa parte de su vida completamente amargado -ahora como "parado" está de mejor humor, pero no creo que se le pase completamente su amargura hasta el fín de sus días. Yo, desde luego, no quiero ese destino para mí, casi preferiría acabar como un mendigo.
La opción de usuario anónimo, magisterio, me parece correcta. Es el término medio entre ser un ocioso y poder sobrevivir. Ojo, también es cierto que estar en contacto con niños o adolescentes puede llegar a quemar. En ese mismo Hospital de Día, conocí a un hombre que le habían diagnosticado tres enfermedades mentales (!!), esquizofrenia esquizoafectiva, transtorno bipolar y transtorno de la personalidad... cuyo desencadenante fue el maltrato que recibía de los alumnos.
Otra opción puede ser la media jornada.Mas es difícil encontrar un trabajo de 4 horas y apenas tienes para vivir -el sueldo suele ser el mismo, quizás un poco más alto, que una PNC- de hecho, cuando trabajaba de media jornada fue la época en que me sentía mejor. Eso sí, ni sueñes en tener una familia con eso, ni comprarte una casa, etc.
Loco o cuerdo, vivir es muy difícil. Como dice un amigo mío o tienes tiempo o tienes dinero. Ambas cosas casi imposible. Los grandes escritores de la ciencia ficción soñaban con una utopía en la que las maquinas relevarían al hombre de la esclavitud de la producción. Cyborgs que programaran máquinas de manufacturación, etc. Yo antes (de adolescente) soñaba con esta utopía, pero ahora creo que es imposible. Al final el consumo es tan brutal y el sistema tan complejo, que siempre van a hacer falta personas detrás de las últimas máquinas.
En fín, esta es mi opinión, que cada uno se forme la suya propia...
