Decepción con la ciencia
"¿De que me sirve saber como se divide un campo, si no sé como compartirlo con mi hermano?". Esta cita aparece en Cartas de Lucilio de Séneca, es la mejor definición de la relación que mantengo con la ciencia. Recuerdo mis notas en la selectividad, las mejores fueron en Literatura Española (7,5) y Física (7). Decidí probar con ingenierias buscando un equilibrio entre conocimiento y un notable salario en un futuro, todo fue en balde. Nos daban cuatro formulitas para un fín específico, nada de como se llegaban hasta ellas o qué significaban en un plano general. Yo soñaba con el conocimiento absoluto, me encorsetaba un saber específico, ahora creo que incluso esa concepción del saber es un mito. Las ciencias naturales y las ciencias físicas tienen métodos totalmente diferentes, no se puede pretender que las ciencias humanas tengan un nivel de precisión similar a la de las ciencias naturales. Pero yendo al meollo de la cuestión; considero que el único saber que nos dan las ciencias naturales es muy frívolo. De que me sirve aprender la mecánica de fluidos si no me va a aportar nada para mi vida y si no me sirve ni para conocerme más a mi mismo ni a los demás.
Las personas que se encaminan al terreno de la ciencia lo hacen por motivos religiosos. Recuerdo una chica que decía (cuando iba al bachillerato de ciencias de la naturaleza) que aprender ciencias la reconfortaba porque aprendía como funcionaba el mundo, aquí se esconde una actitud "de estudiar ciencias para salvarme". Hemos de partir que toda ciencia se origina a través de un "ethos" escéptico no soteriológico y acrítico, esto es muy peligroso. Sin embargo cuando te encaminas a una carrera especifica entonces ya no se buscan explicaciones, la universidad está estructurada para crear calculadoras no personas de conocimiento. Y para calculadoras ya tenemos a Billy Gates que las hace muy buenas y efectivas. En tiempos de crisis, los físicos han tenido que recurrir a postulados filosóficos porque dentro de su disciplina no hallaban los recursos para poder emprender una revolución. Bohr, Heisenberg y Einstein tenían sólidos fundamentos humanistas. Hipotecar la ciencia creando calculadoras es muy peligroso, ahora mismo, lo que falta, es un mínimo conocimiento interdisciplinar (y quizás el trasvase haya de ser mutuo, no sólo en un sentido) aunque sea cierto que se necesita cierta independencia para profundizar mejor en las materias respectivas. Un filológo y un físico apenas cruzaran palabras en un café, viven en mundos completamente separados. Mucha filosofía mata la ciencia pero pequeñas dosis le ayudan a levantarse cuando tropieza.