- - El Blog de Ducados: Resurrección V

sábado, junio 10, 2006

Resurrección V

Después de comer, pongamos que eran las cuatro, entran mis padres a la sala de recreo para visitarme. Me pongo nervioso, pienso que mi padre me quiere sacar de allí para matarme (paranoia). Me niego a estar con ellos, me enfado y me vuelvo a mi habitación, veo al otro compañero
de dormitorio, un quillo un poco cachas pero con pinta de inocentón. Pero en esos momentos le tengo miedo, le tengo miedo a todo. De hecho, en la visita de mis padres, le dije a mi madre:

-¿¡Dónde estoy?!

-En un hospital.

-¡Pero cómo puede ser un hospital si aquí la gente está fumando!

-Es que en este hospital dejan fumar...

En un principio imaginé que eran alucinaciones, en un hospital no dejan fumar, por tanto mi mente me estaba engañando. No quería asumir que estaba en un hospital psiquiatrico, el hospital que está justo debajo del parque del laberinto. De niño, mi padre me decía cuando paseabamos por ese parque cercano a los hogares Mundet:

-Mira, -señalando el jardín del IMPU- allí están los locos, ¿los ves?, ¡grítales!

Ahora no recuerdo si grité o no grité. Lo que nunca me imaginé es que yo mismo pasearía por ese jardín dos lustros después. El quillo me miraba pero no decía nada, yo también estaba callado, dormí bien esa noche.

A la mañana siguiente, después de desayunar una enfermera me lleva a la consulta del doctor Solé. Cuando abre la puerta la enfermera veo en frente a un señor que se parecía físicamente a Ibarretxe pero con una bata blanca, al otro lado de la mesa a mis padres.

-Bueno, Ducados. Tu padre ha pedido que te demos el alta y yo lo he aconsejado que dejemos que pases un tiempo aquí para mitigar la enfermedad, tu madre está de acuerdo... pero la decisión es tuya. ¿Te marchas o te quedas?

Mi padre me quiere sacar para matarme o darme una paliza, pienso.

-Me quedo -respondo.

Mi padre se queda contrariado y le noto nerviosísimo.

-Muy bien, pues ya conocen la opinión de Ducados.

re dice que es lo mejor y mi padre no sabe ni que decir. Conversan algo más pero yo no me entero de nada. Al final, mis padres se marchan. El doctor Solé me pregunta:

-Oye, Ducados. Tu padre es una persona peculiar. ¿Verdad?

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Hola Ducados!, excelente blog y excelente historia. Te felicito.
Saludos

2:40 p. m.  

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